Los proyectos finalistas avanzan con éxito en la fase de incubación, impulsando la transformación energética.
Ingenia Energy Challenge avanza a buen ritmo, con tres proyectos en fase de incubación y siguiendo el cronograma establecido. Tanto AZIM, CSIC – Evaluación estructural de gasoductos y EnaMOF han comenzado a beneficiarse de las mentorías y talleres, lo que está permitiendo un progreso significativo en su desarrollo. Los mentores internos son precisamente las personas adecuadas para la eventual implementación de los proyectos en Enagás y que, varios de ellos en la final actuaron como “sponsors” o prescriptores internos de estos proyectos. Dichos mentores son los siguientes profesionales de Enagás: En Azim, Javier Serra, Gerente de Gestión y Análisis del Mantenimiento; en CSIC, Jorge García, Gerente de Integridad y EnaMof cuenta con el soporte de Violeta Bescos, Técnico Especializado de la Gerencia de Innovación y Desarrollo Tecnológico y Rebeca Caramés, Coordinadora de Emisiones de la Gerencia de Gestión y Análisis del Mantenimiento.
Los tres equipos han destacado la importancia del acompañamiento profesional de Enagás Emprende, que está ayudando a afinar las soluciones técnicas y a validar los modelos de negocio que se presentarán en forma de propuestas concretas y definidas a Enagás para su implementación. Además, los participantes destacan el buen ambiente y las sinergias generadas entre los equipos, lo que está impulsando la colaboración y el intercambio de ideas entre los distintos proyectos.
El proyecto CSIC continúa avanzando en la eventual implementación de su innovadora tecnología de inspección de ductos para el transporte de hidrógeno, aplicable tanto a ductos nuevos como operativos. Por su parte, AZIM, liderado por Mayte Bolumar, está refinando su aplicación móvil para brindar formación y consultoría en seguridad y mantenimiento de instalaciones de gas natural y gases renovables. Mientras tanto, las personas al cargo del proyecto Enamof están analizando el desarrollo de unas redes de armazones metal-orgánicas (Metal-Organic Frameworks o MOFs, en inglés) para la prevención y monitorización de emisiones de metano e hidrógeno en sistemas de distribución y transporte de gas.
Además, cabe destacar que los proyectos que no resultaron ganadores siguen en el radar de Enagás Emprende. Los equipos están siendo evaluados por profesionales de la compañía para explorar posibles colaboraciones y estudiar la viabilidad de sus propuestas fuera del marco de Ingenia. Como se ha dicho en repetidas ocasiones, en Ingenia Energy Challenge no hay perdedores: cada proyecto aporta su propuesta de valor en el ámbito de la transición energética aunque no continúen en la fase de incubación.
Eventos como Ingenia Energy Challenge juegan un papel fundamental en la aceleración de la transición energética. Al crear un espacio donde convergen la innovación, la colaboración y el emprendimiento, se facilita la transformación de ideas disruptivas en proyectos tangibles que responden a los desafíos del sector energético. Este tipo de iniciativas no solo ofrecen visibilidad a soluciones tecnológicas avanzadas, sino que también proporcionan el apoyo necesario para llevarlas al siguiente nivel mediante mentorías, talleres y acceso a redes estratégicas.
Ingenia es más que un concurso: es un catalizador que impulsa la creación de sinergias entre centros tecnológicos, emprendedores y corporaciones, fomentando un ecosistema de innovación abierta. Gracias a este entorno colaborativo, proyectos clave como los mencionados, tienen el potencial de marcar la diferencia en la descarbonización y en la optimización de infraestructuras energéticas.
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